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Luis Magaña, El Universal
No es por intrigar, pero Ricky Martin sí que se sabe divertir. Para no escatimar en momentos y limitaciones, decidió hacer una fiesta navideña para adultos el pasado 23 y otra el mero 24, totalmente familiar. En la primera hubo celebridades como Ednita Nazario, Jennifer Lopez y Mark Anthony, entre los otros 40 invitados.
Cuentan que parecía la presentación oficial de la pareja del cantante, el empresario Carlos González. Invitados a la exclusiva reunión cuentan que les fue requerido ir vestidos de blanco y cómodamente, pues la celebración sería a la orilla de la casa de playa de Martin. Ubicada a 15 minutos del viejo San Juan, justo en la punta de una privada zona residencial denominada El Dorado. Cómo pólvora Matteo y Valentino se encargaron de hacer las delicias de los invitados.
Había música en vivo y los pequeñitos bailaban y cantaban. Por fin, llegó su hora y se fueron a dormir. Ricky presumía a todos que su Carlos había cocinado los coditos con jamonilla (pasta con jamón picado) que se estaban comiendo todos.
La libertad de disfrutarse y compartir la felicidad con los amigos es única oportunidad de ser uno mismo. Y esto Ricky lo sabe y lo fomenta. Los ganadores de regalos de la noche fueron los niños. El comentario de la noche fue que Ricky planea adoptar niños pronto, para incrementar la familia… Al día siguiente, vino la fiesta familiar.
La suegras de la familia, la señora Nereida Morales (Madre del cantante) y Carmela (progenitora de Carlos) y ellas se encargaron de la cocina esta vez. Solamente fueron 20 invitados. Hubo intercambio de regalos y Ricky les regaló a sus hijos un piano electrónico a cada uno, así como un par de avioncitos a control remoto, que los tenía enloquecidos. Como todos los papás el boricua se mostró un tanto frustrado de que los instrumentos musicales no fueran, ni siquiera apreciados por sus chavitos, quienes eufóricos pidieron estrenar inmediatamente sus aeroplanos de juguete. Para 2011 le espera una gira mundial a Martin, quien volverá a los escenarios en concierto, tras más de cinco años de no hacer un tour. Además, tiene una invitación concreta para hacer una comedia musical en Broadway, y para debutar en cine en una cinta producida por Mel Gibson, la cual versa sobre el inminente crecimiento del poder latino en la sociedad estadounidense. Ricky encarnaría a un activista latino que termina siendo asesinado misteriosamente. Ricky despega una nueva era profesional y personal, de la que veremos como nadie lo podrá detener…
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