REVISTA Óóórale!
Redacción
En la que fuera su casa de la ciudad de México, Ernesto Sodi Pallares, padre de la cantante y actriz Thalía, poseía un laboratorio secreto en el sótano, el cual fue destruido con la remodelación
y venta del inmueble.
Ahora que Laura Zapata ha hablado tanto del papá de Thalía y del miedo que le tenía cuando su mamá, Yolanda Miranda, se fue a vivir con él, nos dimos a la tarea de investigar más a fondo quién era este personaje llamado Ernesto Sodi Pallares, fallecido en 1976.
Después de entrevistar a gente cercana al señor Sodi Pallares descubrimos que era toda una eminencia de la medicina y de la criminología y que desde los diecisiete años de edad se caracterizó por trabajar con las personalidades más importantes de la política mexicana. Y es que don Ernesto, de profesión metalúrgico, era muy conocido dentro de la criminología por reducir cabezas, las cuales están resguardadas como patrimonio de la medicina mexicana.
Ornar Liceaga, de ochenta y seis años de edad, radicado en España, era amigo de la adolescencia del papá de Thalía y nos cuenta que, efectivamente, reducía cabezas, pero por órdenes superiores y todo con un objetivo meramente científico.
"Sí, Ernesto reducía cabezas, era sólo trabajo profesional, hasta donde tengo entendido experimentaba con todos los permisos que se requerían. Era un genio en todos los aspectos. Era un tipo muy tuerte, nunca se cansaba, fue muy injusta su partida, dejó muchos experimentos inconclusos".
¿Era una persona accesible?
"Era accesible, pero también de carácter recio; le gustaba ser directo y claro y mirar de frente cuando hablaba. Tenía una voz fuerte, hablaba con una gran firmeza y todos lo escuchaban porque siempre tenía conversaciones interesantes, en especial sobre la medicina".
¡Thalía pudo haber sido una gran científica!
¿Usted conoció a Thalía?
"La vi algunas veces y la cargué de pequeñita. Ernesto la llevó al laboratorio donde trabajábamos, ella tendría un año y medio o dos, de cariño le decían Yuya. Con Ernesto yo platicaba de cuestiones de trabajo, teníamos reuniones profesionales y viajábamos al extranjero.
''Cuando Thalía cumplió cuatro años él falleció. Después, por conocidos en común, me enteré de que a la niña le regalaba sapos muertos para que los abriera; Thalía se la pasaba preguntando todo lo que hacía su papá en su laboratorio y ahí se metía mucho tiempo; parece que Thalía pudo haber sido una gran científica, pero le gustaba más cantar.
"Solamente una vez visité el laboratorio de Ernesto en su casa de los perros y ahí pasaba mucho tiempo con su pequeña hija, ya que las otras eran adolescentes".
Ernesto Sodi Pallares era toda una personalidad...
"Totalmente. Ernesto fue uno de los primeros científicos en el mundo en estudiar el ayate de Juan Diego, donde se apareció la Virgen de Guadalupe.
Esto sucedió en el año 1936 y junto al alemán Ricardo Kuhn científicamente descubrieron, después de muchas pruebas, que el ayate hecho con fibras de maguey era indestructible. De hecho, no se destruyó cuando le cayó ácido nítrico por un descuido de una persona que limpiaba el marco.
Tampoco encontraron colorantes vegetales o minerales, y descubrieron que rechaza el polvo.
"En ese entonces el papá de Thalía estudiaba la preparatoria, era un chavo de dieciséis años, pero ya era muy conocido en las altas esferas de la política y de la Iglesia por su gran capacidad científica".
Ornar Liceaga está retirado de la medicina desde hace veinte años. Era químico farmacéutico biólogo de la ciudad de México. En la actualidad vive solo y alejado en Terrassa, España, pues enviudó y sus hijos se casaron. Amablemente recibió nuestra llamada telefónica para conocer algo de quien fuera su compañero y amigo.
En la que fuera su casa de la ciudad de México, Ernesto Sodi Pallares, padre de la cantante y actriz Thalía, poseía un laboratorio secreto en el sótano, el cual fue destruido con la remodelación
y venta del inmueble.
Ahora que Laura Zapata ha hablado tanto del papá de Thalía y del miedo que le tenía cuando su mamá, Yolanda Miranda, se fue a vivir con él, nos dimos a la tarea de investigar más a fondo quién era este personaje llamado Ernesto Sodi Pallares, fallecido en 1976.
Después de entrevistar a gente cercana al señor Sodi Pallares descubrimos que era toda una eminencia de la medicina y de la criminología y que desde los diecisiete años de edad se caracterizó por trabajar con las personalidades más importantes de la política mexicana. Y es que don Ernesto, de profesión metalúrgico, era muy conocido dentro de la criminología por reducir cabezas, las cuales están resguardadas como patrimonio de la medicina mexicana.
Ornar Liceaga, de ochenta y seis años de edad, radicado en España, era amigo de la adolescencia del papá de Thalía y nos cuenta que, efectivamente, reducía cabezas, pero por órdenes superiores y todo con un objetivo meramente científico.
"Sí, Ernesto reducía cabezas, era sólo trabajo profesional, hasta donde tengo entendido experimentaba con todos los permisos que se requerían. Era un genio en todos los aspectos. Era un tipo muy tuerte, nunca se cansaba, fue muy injusta su partida, dejó muchos experimentos inconclusos".
¿Era una persona accesible?
"Era accesible, pero también de carácter recio; le gustaba ser directo y claro y mirar de frente cuando hablaba. Tenía una voz fuerte, hablaba con una gran firmeza y todos lo escuchaban porque siempre tenía conversaciones interesantes, en especial sobre la medicina".
¡Thalía pudo haber sido una gran científica!
¿Usted conoció a Thalía?
"La vi algunas veces y la cargué de pequeñita. Ernesto la llevó al laboratorio donde trabajábamos, ella tendría un año y medio o dos, de cariño le decían Yuya. Con Ernesto yo platicaba de cuestiones de trabajo, teníamos reuniones profesionales y viajábamos al extranjero.
''Cuando Thalía cumplió cuatro años él falleció. Después, por conocidos en común, me enteré de que a la niña le regalaba sapos muertos para que los abriera; Thalía se la pasaba preguntando todo lo que hacía su papá en su laboratorio y ahí se metía mucho tiempo; parece que Thalía pudo haber sido una gran científica, pero le gustaba más cantar.
"Solamente una vez visité el laboratorio de Ernesto en su casa de los perros y ahí pasaba mucho tiempo con su pequeña hija, ya que las otras eran adolescentes".
Ernesto Sodi Pallares era toda una personalidad...
"Totalmente. Ernesto fue uno de los primeros científicos en el mundo en estudiar el ayate de Juan Diego, donde se apareció la Virgen de Guadalupe.
Esto sucedió en el año 1936 y junto al alemán Ricardo Kuhn científicamente descubrieron, después de muchas pruebas, que el ayate hecho con fibras de maguey era indestructible. De hecho, no se destruyó cuando le cayó ácido nítrico por un descuido de una persona que limpiaba el marco.
Tampoco encontraron colorantes vegetales o minerales, y descubrieron que rechaza el polvo.
"En ese entonces el papá de Thalía estudiaba la preparatoria, era un chavo de dieciséis años, pero ya era muy conocido en las altas esferas de la política y de la Iglesia por su gran capacidad científica".
Ornar Liceaga está retirado de la medicina desde hace veinte años. Era químico farmacéutico biólogo de la ciudad de México. En la actualidad vive solo y alejado en Terrassa, España, pues enviudó y sus hijos se casaron. Amablemente recibió nuestra llamada telefónica para conocer algo de quien fuera su compañero y amigo.
¡La casa donde estaba el laboratorio de Ernesto Sodi!
A "la casa de los perros", donde Thalía vivió su niñez y parte de su adolescencia, le hicieron una remodelación total y clausuraron el sótano en el que Sodi Pallares tenía un laboratorio de ensueño y que la misma cantante ha mencionado en algunas entrevistas.
Dicho laboratorio fue tapado y el túnel que conducía al lugar fue sellado con cemento hace años, pero antes de que esto sucediera se tomaron fotografías de la entrada, que era verdaderamente
escalofriante, según arquitectos que rediseñaron el inmueble.
Esta casa se encuentra en la colonia Santa María la Ribera, antes conocida porque ahí vivía gente pudiente, pero hoy se ha vuelto muy pesada por el alto índice de delincuencia. La casa se vendió en cuatro millones de pesos.
A "la casa de los perros", donde Thalía vivió su niñez y parte de su adolescencia, le hicieron una remodelación total y clausuraron el sótano en el que Sodi Pallares tenía un laboratorio de ensueño y que la misma cantante ha mencionado en algunas entrevistas.
Dicho laboratorio fue tapado y el túnel que conducía al lugar fue sellado con cemento hace años, pero antes de que esto sucediera se tomaron fotografías de la entrada, que era verdaderamente
escalofriante, según arquitectos que rediseñaron el inmueble.
Esta casa se encuentra en la colonia Santa María la Ribera, antes conocida porque ahí vivía gente pudiente, pero hoy se ha vuelto muy pesada por el alto índice de delincuencia. La casa se vendió en cuatro millones de pesos.
¡La historia de las cabezas reducidas!
Las cabezas reducidas al tamaño de un puño se llaman tzantzas. Se trata de una técnica utilizada por los indios jíbaros de Ecuador, Venezuela, Colombia y Perú.
Durante Mucho tiempo se ha creído que se reduce la cabeza entera, pero no es así, pues el hueso no se puede encoger. Por lo tanto, lo primero que hace el jíbaro es deshuesar la cabeza recién cortada, para lo cual secciona la piel de la parte posterior y media del cuello. Luego va cortando y separando ía piel del hueso. Previamente se cosen los párpados y labios para que no se separen y
desgarren; y se hierve la piel para que el pelo no se desprenda.
El preparador espera a que se haya reducido a la mitad, la saca del agua y la pone a secar. Por el cuello se introducen unas piedras calientes para que la cabeza no se deforme a medida que la piel se contrae. Después se pueden quemar los vellos del rostro y se amarra el cuello antes de llenarla con arena caliente por la boca, último paso para la reducción de la cabeza.
Durante Mucho tiempo se ha creído que se reduce la cabeza entera, pero no es así, pues el hueso no se puede encoger. Por lo tanto, lo primero que hace el jíbaro es deshuesar la cabeza recién cortada, para lo cual secciona la piel de la parte posterior y media del cuello. Luego va cortando y separando ía piel del hueso. Previamente se cosen los párpados y labios para que no se separen y
desgarren; y se hierve la piel para que el pelo no se desprenda.
El preparador espera a que se haya reducido a la mitad, la saca del agua y la pone a secar. Por el cuello se introducen unas piedras calientes para que la cabeza no se deforme a medida que la piel se contrae. Después se pueden quemar los vellos del rostro y se amarra el cuello antes de llenarla con arena caliente por la boca, último paso para la reducción de la cabeza.
¡Palabras de otro amigo del papá de Thalía!
Directivo del Colegio Nacional de Criminalístca y Ciencias Policiales de México, Eduardo Muriel
fundó en 1962 una agencia de investigadores privados, y comenta: "El papé, de Thalía era un genio. Mire, la criminología es muy extensa: la criminalística es el punto legal de los aspectos criminógenos, y la criminología es el aspecto psíquico, la capacidad que se vierte por una persona en un hecho. ¡Y Ernesto Sodi era tan capaz que era criminólogo y criminalista al mismo tiempo! Es un conjunto de conocimientos que él tenía.
"Él era una persona con mucha preparación, una eminencia, e impartió cursos en la procuraduría.
Inclusive reconozco que parte de las ideas que yo tengo ahora fueron sembradas por Ernesto, quien tenía una lucidez científica extraordinaria".
Directivo del Colegio Nacional de Criminalístca y Ciencias Policiales de México, Eduardo Muriel
fundó en 1962 una agencia de investigadores privados, y comenta: "El papé, de Thalía era un genio. Mire, la criminología es muy extensa: la criminalística es el punto legal de los aspectos criminógenos, y la criminología es el aspecto psíquico, la capacidad que se vierte por una persona en un hecho. ¡Y Ernesto Sodi era tan capaz que era criminólogo y criminalista al mismo tiempo! Es un conjunto de conocimientos que él tenía.
"Él era una persona con mucha preparación, una eminencia, e impartió cursos en la procuraduría.
Inclusive reconozco que parte de las ideas que yo tengo ahora fueron sembradas por Ernesto, quien tenía una lucidez científica extraordinaria".
4 comentarios:
Yo tuve la fortuna de conocer al DR Ernesto Sodi Pallares, yo era estudiante de secundaria y lo conoci cuando el tenia una platica ammena con mi padre en Tenancingo Edo de Mex, ese dia el Dr. Sodi salio en un reportaje de prensa por un premio ototgado por reducir cabezas humanas, me dio su targeta y me dijo : si obtienes buenas calificaciones buscame y te ayudo a continuar tus estudios, su targeta decia Dr Ernesto Sodi Pallares JEFE DE SERVICIOS ESPECIALES DEL DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL y tenia la targeta una aguila sobresaltada en el papel fua por los anos 1969 y 1970 fue un gran caballero y amigo.
Gracias Sergio, por compartirnos esto, espero que si eres fan de Thalia sigas dandonos tu opinion de este blog, y pasanos tu correo para agregarte al messenger!!
eso ya lo sabia la misma thalia lo dijo en una entrevista q su papa reducia cabezas y no creo q sea patrimonio de la ciencia y medicina de mexico ya q los q hacian eso eran los jivaros o indios de la amazonia ecuatorian cuando mataban a sus enemigos solian reducir sus cabezas y colgarselas de collares como trofeo.
Mi abuelo fue joyero y amigo del doctor ernesto y me platico muchas anecdotas que vivio con el por que incluso fue su comparza de parrandas... y como su joyero le hizo varias replicas de las alhajas de maximiliano...
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