Julio Alejandro Quijano El Universal Sábado 13 de junio de 2009 julio.quijano@eluniversal.com.mx
El 19 de junio de 2008 salió a la venta el disco de Thalía, Lunada y, desde entonces, se anunció una gira que sería mundial y que significaría el regreso de la cantante y actriz mexicana —nacida el 26 de agosto de 1971 y bautizada con el nombre Ariadna Thalía Sodi Miranda— a los escenarios luego de su semi-retiro a causa primero de su boda, luego su embarazo y finalmente, de la enfermedad que sufrió durante ese año.
Sin embargo, no hubo gira mundial. De hecho, no hubo ni siquiera gira. Solo una presentación en un bar de Manhattan donde la cantante y actriz reside desde que se casara con el empresario Tommy Mottola el 13 de noviembre de 2000 en la catedral de San Patricio de Nueva York.
Mottola era entonces presidente de Sony Music por lo que se especuló que su carrera crecería como la espuma. Olvidaban que Thalía estaba firmada por EMI, compañía con la que había grabado desde sus comienzos de solista en 1996.
De 2000 a 2002 su vida artística fue continuamente exitosa con los discos Arrasando, Grandes éxitos con banda y Thalía, pero justo comenzaba a trabajar en su internacionalización cuando desde México le llegó una noticia que anclaría su carrera: el secuestro de sus hermanas Laura Zapata y Ernestina Sodi.
El crossover hacia el mercado del idioma inglés estaba preparado con el dúo que había hecho con el rapero Fat Joe: “I want you”. Finalmente, este álbum vendió cerca de 20 mil copias en el mercado mundial, pero los medios de comunicación pusieron poca atención a sus logros artísticos y en cambio se enfocaron casi siempre en el secuestro de sus parientes.
A partir de entonces, los escándalos en el seno de la familia Sodi escalaron hasta convertirse en tema reiterativo cada vez que se mencionaba a Thalía.
Ella trató de seguir con su vida normal en Manhattan y en 2006 lanzó el disco Sexto sentido. Entonces se dio cuenta de que algo había cambiado: ya no era la intérprete consentida de EMI. La artista argumentó que el disco no se vendió en las cifras millonarias a las que estaba acostumbrada porque no recibió apoyo de la disquera, pero también fue cierto que desde entonces no ha vuelto a salir de gira, mostrándose más ocupada en su vida hogareña y manteniendo una imagen más conservadora y menos sexy a la que sus seguidores estaban acostumbrados.
Lanzó entonces un programa de radio, una línea de ropa y al siguiente año anunció que estaba embarazada. Por internet, sus fans conocieron sus pensamientos más cotidianos porque la propia Thalía escribía un diario en el que contaba los por menores de su vida.
El lanzamiento de su disco Lunada supondría el regreso “triunfal“ de Thalía junto con el anuncio de la mencionada gira mundial., pero entonces fue que la cantante tuvo que lidiar con la enfermedad conocida como Lyme (que contrajo por la picadura de una garrapata contaminada), la cual provoca artritis y trastornos cardíacos y del sistema nervioso.
A un año del lanzamiento, el disco ha sido nulamente promovido y ninguna de sus canciones alcanzó el añorado éxito de anteriores temas como “Amor a la mexicana”, aquel en cuyo video aparecía con varios tops con formas de llaves de agua, sombreros de charros y varios más.
A finales del año pasado, la cantante anunció que se separaba de EMI para comenzar una nueva etapa como independiente. En realidad, parece que su intención es firmar contrato con la empresa de su esposo, Casablanca Records. Y para finalmente conseguir la tan ansiada internacionalización, el primer sencillo sería un dúo con Robbie Williams.
Thalía, anclada en Nueva York, ha intentado de todo para volver a ser la estrella que marcaba tendencias en la música y en la moda. Como mamá primeriza y esposa de un magnate neoyorkino se ha acoplado a su nueva vida: un ama de casa, que tiene un programa de radio, con el que mantiene su vínculo con sus fans latinos en Estados Unidos y el lanzamiento de libros en los que revela su experiencia como madre. La música, las telenovelas, por ahora, tendrán que esperar. Mientras tanto, la cantante ha anunciado que tiene serias intenciones de pasar por el quirófano para aumentar el tamaño de sus senos.
Thalía va al museo
Como una metáfora del momento profesional que está atravesando, Thalía se unió el jueves a otros artistas latinos que han donado piezas a un museo rodante que visitará varias ciudades en EU, previo al Grammy Latino, y que tendrá como última parada Las Vegas, donde se llevará a cabo la ceremonia este año.
Y ahora, los medios, no se interesan tanto en la vida que lleva Thalía con Tommy Mottola, la mayoría aprovecha la presencia de la mexicana para preguntarle sobre su sobrina Camila Sodi y Diego Luna.
El 19 de junio de 2008 salió a la venta el disco de Thalía, Lunada y, desde entonces, se anunció una gira que sería mundial y que significaría el regreso de la cantante y actriz mexicana —nacida el 26 de agosto de 1971 y bautizada con el nombre Ariadna Thalía Sodi Miranda— a los escenarios luego de su semi-retiro a causa primero de su boda, luego su embarazo y finalmente, de la enfermedad que sufrió durante ese año.
Sin embargo, no hubo gira mundial. De hecho, no hubo ni siquiera gira. Solo una presentación en un bar de Manhattan donde la cantante y actriz reside desde que se casara con el empresario Tommy Mottola el 13 de noviembre de 2000 en la catedral de San Patricio de Nueva York.
Mottola era entonces presidente de Sony Music por lo que se especuló que su carrera crecería como la espuma. Olvidaban que Thalía estaba firmada por EMI, compañía con la que había grabado desde sus comienzos de solista en 1996.
De 2000 a 2002 su vida artística fue continuamente exitosa con los discos Arrasando, Grandes éxitos con banda y Thalía, pero justo comenzaba a trabajar en su internacionalización cuando desde México le llegó una noticia que anclaría su carrera: el secuestro de sus hermanas Laura Zapata y Ernestina Sodi.
El crossover hacia el mercado del idioma inglés estaba preparado con el dúo que había hecho con el rapero Fat Joe: “I want you”. Finalmente, este álbum vendió cerca de 20 mil copias en el mercado mundial, pero los medios de comunicación pusieron poca atención a sus logros artísticos y en cambio se enfocaron casi siempre en el secuestro de sus parientes.
A partir de entonces, los escándalos en el seno de la familia Sodi escalaron hasta convertirse en tema reiterativo cada vez que se mencionaba a Thalía.
Ella trató de seguir con su vida normal en Manhattan y en 2006 lanzó el disco Sexto sentido. Entonces se dio cuenta de que algo había cambiado: ya no era la intérprete consentida de EMI. La artista argumentó que el disco no se vendió en las cifras millonarias a las que estaba acostumbrada porque no recibió apoyo de la disquera, pero también fue cierto que desde entonces no ha vuelto a salir de gira, mostrándose más ocupada en su vida hogareña y manteniendo una imagen más conservadora y menos sexy a la que sus seguidores estaban acostumbrados.
Lanzó entonces un programa de radio, una línea de ropa y al siguiente año anunció que estaba embarazada. Por internet, sus fans conocieron sus pensamientos más cotidianos porque la propia Thalía escribía un diario en el que contaba los por menores de su vida.
El lanzamiento de su disco Lunada supondría el regreso “triunfal“ de Thalía junto con el anuncio de la mencionada gira mundial., pero entonces fue que la cantante tuvo que lidiar con la enfermedad conocida como Lyme (que contrajo por la picadura de una garrapata contaminada), la cual provoca artritis y trastornos cardíacos y del sistema nervioso.
A un año del lanzamiento, el disco ha sido nulamente promovido y ninguna de sus canciones alcanzó el añorado éxito de anteriores temas como “Amor a la mexicana”, aquel en cuyo video aparecía con varios tops con formas de llaves de agua, sombreros de charros y varios más.
A finales del año pasado, la cantante anunció que se separaba de EMI para comenzar una nueva etapa como independiente. En realidad, parece que su intención es firmar contrato con la empresa de su esposo, Casablanca Records. Y para finalmente conseguir la tan ansiada internacionalización, el primer sencillo sería un dúo con Robbie Williams.
Thalía, anclada en Nueva York, ha intentado de todo para volver a ser la estrella que marcaba tendencias en la música y en la moda. Como mamá primeriza y esposa de un magnate neoyorkino se ha acoplado a su nueva vida: un ama de casa, que tiene un programa de radio, con el que mantiene su vínculo con sus fans latinos en Estados Unidos y el lanzamiento de libros en los que revela su experiencia como madre. La música, las telenovelas, por ahora, tendrán que esperar. Mientras tanto, la cantante ha anunciado que tiene serias intenciones de pasar por el quirófano para aumentar el tamaño de sus senos.
Thalía va al museo
Como una metáfora del momento profesional que está atravesando, Thalía se unió el jueves a otros artistas latinos que han donado piezas a un museo rodante que visitará varias ciudades en EU, previo al Grammy Latino, y que tendrá como última parada Las Vegas, donde se llevará a cabo la ceremonia este año.
Y ahora, los medios, no se interesan tanto en la vida que lleva Thalía con Tommy Mottola, la mayoría aprovecha la presencia de la mexicana para preguntarle sobre su sobrina Camila Sodi y Diego Luna.
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