Thalía se sienta en “primera fila”
No le tiene miedo a nada
''Equivocada'' es la carta de presentación de su nuevo disco
CIUDAD DE MÉXICO.- Es dinamita, y mucha gente se ha preguntado: ¿En qué estaba pensando Thalía cuando sacó a bailar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante esa famosa “Noche Latina” en la Casa Blanca?Ella responde nerviosa: “Tuve miedo; lo primero que pensé fue que el Servicio Secreto del presidente me atraparía antes de llegar a la mesa de los Obama y me regresarían al escenario; realmente temía que los agentes me pusieran un alto”.El miedo no paró ahí. Ya cuando había tomado la decisión de bajar rumbo a la zona del público (y mientras cuidadaba que ningún agente del Servicio Secreto la siguiera) un nuevo pensamiento la llenó de inseguridad porque, después de todo, no se trataba de sacar a bailar a un amigo en la escuela sino a uno de los hombres políticamente más poderosos. Thalía pensó “¿y qué tal si me deja vestida y alborotada?”.Cuenta que sintió el temor femenino de que aquel hombre simplemente rechazara su petición de bailar. Pero Obama se levantó y bailó: “Estaba yo ahí muy arregladita y él empezó a moverse tan bien que me sentí aliviada de todos mis miedos”.Resuelto el enigma sobre aquella velada, otra pregunta que ronda la vida de Thalía se refiere a su carrera musical después de la enfermedad que la tuvo al borde de la muerte. ¿Por esa insistencia en cantar, publicar discos y grabar DVD´s pudiendo llevar una vida más tranquila, dedicada a sus negocios, alejada del ajetreo de la farándula? “Mi labor en este mundo del entretenimiento —asegura— no sólo es divertir al público, no lo hago sólo para entretener sino para contagiar una energía positiva a quienes me rodean, que se sientan mejor con la música y que se levanten a bailar como lo hizo el presidente Obama”.Lo más selectoThalía publicará este mes Primera fila, disco-DVD grabados en vivo al estilo de los Unplugged de MTV: en un foro íntimo con una pequeña orquesta y músicos invitados. Es su primer trabajo, luego de su enfermedad, y sirvió para reafirmar lo que describe como su misión en el mundo del entretenimiento: “La música es para mí una religión de himnos donde la gente se une, tiene comunión, pasión, amor y, a final de cuentas, es la oprotunidad para unirte con ellos. Por eso nunca dejaré de cantar, yo me veo siempre en un escenario jugando con el público”.Narra además que con Primera fila vivió otra de sus grandes batallas, esta artística, por que por primera vez estuvo ella sola, sin parafernalia ni tecnología que la soportaran, en un escenario para grabar el disco. “Los dos primeros días de ensayo me sentía tan nerviosa que me dolía el estómago y todo me temblaba por dentro. Tenía las manos heladas, sabía que cada canción era un reto. Puedo presumir ahora que el 99 por ciento de las personas que lo han escuchado o visto, siente escalofríos o ganas de llorar con alguno de los temas”.
No le tiene miedo a nada
''Equivocada'' es la carta de presentación de su nuevo disco
CIUDAD DE MÉXICO.- Es dinamita, y mucha gente se ha preguntado: ¿En qué estaba pensando Thalía cuando sacó a bailar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante esa famosa “Noche Latina” en la Casa Blanca?Ella responde nerviosa: “Tuve miedo; lo primero que pensé fue que el Servicio Secreto del presidente me atraparía antes de llegar a la mesa de los Obama y me regresarían al escenario; realmente temía que los agentes me pusieran un alto”.El miedo no paró ahí. Ya cuando había tomado la decisión de bajar rumbo a la zona del público (y mientras cuidadaba que ningún agente del Servicio Secreto la siguiera) un nuevo pensamiento la llenó de inseguridad porque, después de todo, no se trataba de sacar a bailar a un amigo en la escuela sino a uno de los hombres políticamente más poderosos. Thalía pensó “¿y qué tal si me deja vestida y alborotada?”.Cuenta que sintió el temor femenino de que aquel hombre simplemente rechazara su petición de bailar. Pero Obama se levantó y bailó: “Estaba yo ahí muy arregladita y él empezó a moverse tan bien que me sentí aliviada de todos mis miedos”.Resuelto el enigma sobre aquella velada, otra pregunta que ronda la vida de Thalía se refiere a su carrera musical después de la enfermedad que la tuvo al borde de la muerte. ¿Por esa insistencia en cantar, publicar discos y grabar DVD´s pudiendo llevar una vida más tranquila, dedicada a sus negocios, alejada del ajetreo de la farándula? “Mi labor en este mundo del entretenimiento —asegura— no sólo es divertir al público, no lo hago sólo para entretener sino para contagiar una energía positiva a quienes me rodean, que se sientan mejor con la música y que se levanten a bailar como lo hizo el presidente Obama”.Lo más selectoThalía publicará este mes Primera fila, disco-DVD grabados en vivo al estilo de los Unplugged de MTV: en un foro íntimo con una pequeña orquesta y músicos invitados. Es su primer trabajo, luego de su enfermedad, y sirvió para reafirmar lo que describe como su misión en el mundo del entretenimiento: “La música es para mí una religión de himnos donde la gente se une, tiene comunión, pasión, amor y, a final de cuentas, es la oprotunidad para unirte con ellos. Por eso nunca dejaré de cantar, yo me veo siempre en un escenario jugando con el público”.Narra además que con Primera fila vivió otra de sus grandes batallas, esta artística, por que por primera vez estuvo ella sola, sin parafernalia ni tecnología que la soportaran, en un escenario para grabar el disco. “Los dos primeros días de ensayo me sentía tan nerviosa que me dolía el estómago y todo me temblaba por dentro. Tenía las manos heladas, sabía que cada canción era un reto. Puedo presumir ahora que el 99 por ciento de las personas que lo han escuchado o visto, siente escalofríos o ganas de llorar con alguno de los temas”.
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